Matar a una diva

No puedo leer , no puedo escribir.
Han pasado días hasta que he sido capaz de poder sentarme enfrente del ordenador y empezar a teclear.
Varios días, demasiados.
Pensaba en ello.
Escribe. Te hace bien.
Plasma en papel todo este embrollo de pensamientos que te atormentan y quizás te ayude a que dejen de agolparse en tu mente a cada momento.

Incluso cuando duermo no duermo profundamente todo por la situación incómoda en la que me he visto involucrada. Esta semana desperté en mitad de la noche pensando en ese poster que me mi nueva compañera de piso había colgado en la pared de la cocina, sin consultar a nadie antes.Un poster de Amanda Lear.
Tú no sabes de quién hablas, me dijo mi otro compañero de piso cuando le expliqué la incomodidad que sentí ante tal irreverente gesto.

Mis ojos se abrieron a las 3 de la mañana y mi estómago se retorció al pensar en el póster de la cocina. En la situación incómoda en la que ese hecho me ponía.
Tenía que decir algo al respecto, puesto que me molestaba ver a Amanda Lear presidiendo la pared de la cocina. A pesar de no saber de quién hablo, sí sé que ese poster justo ahí, me molesta. ¿Por qué? ¿por qué tenía que ponerlo justo ahí?
Sólo quiero vivir en paz en mi casa minimalista, entiéndase vacía. Sin elementos decorativos que a mí parecer sólo enalzan la contaminación visual.
Para mí, ese poster colgado en la pared de la cocina era sinónimo de violencia porque lo colgó sin consultarnos antes, aprovechando mi ausencia en la casa en aquellos días.
Por eso y porque mi nueva compañera de piso, no es más que eso, mi nueva compañera de piso. Todavía no habíamos entablado amistad. Y tras este incidente no creo que vaya a florecer la hermandad ni el apoyo incondicional entre nosotras, pues no me interesa.

Estuve unos cuantos días pensando en cómo decirle que no me gustaba el poster sin parecer una psicópata irritada, la situación me desbordaba, así que decidí ponerlo en otro lugar de la cocina dónde se viera un poco menos.

Quería darle otra oportunidad a Amanda Lear. Lo coloqué detrás de unas estanterías pegadas a la pared, por cuyos intersticios todavía podían apreciarse la sonrisa y los pechos desnudos de Amanda cada vez que alguien quisiera sacar una taza. Not bad, pensé. Sutil. Tan sutil que mi compañera de piso ni siquiera se dio cuenta que el poster estaba ahí. O quizás sí pero no quería hablar de ello.
No parecía afectada con la nueva ubicación del poster, seguía hablando como siempre de la vida cotidiana, de su amigo italiano que venía de visita, de los días de verano en la Cote d’Azur…

Todo aquello empezaba a ponerme cada vez más nerviosa y en estado de alerta. ¿Qué estaba pasando? ¿Quizás ambas estábamos actuando? ¿Estábamos diluyendo el TEMA entre otros temas todavía mucho más banales si cabe?
Había momentos en los que lograba olvidarme del póster y del incidente que se estaba sucediendo desde hacía ya 3 largos e interminables días. Me olvidaba pero al ir a sacar una taza de la estantería que estaba pegada a la pared,entonces veía la sonrisa de Amanda y mi corazón empezaba a palpitar tan rápido que llegué a temer por mi vida.
Decidí que que era mejor hablar claro y decirle que el poster estaba detrás de la estantería porque me molestaba verlo en la pared. Que lo sentía, que lo había intentado pero que…

De repente , interrumpió mi discurso y me espetó:
-Qué poster?
-Mmmm (balbuceando)
-El de Amanda Lear , lo puse detrás de la estantería.
-Ah! (risa histriónica) No lo vi! ¿No te gusta? No pasa nada, lo pongo en mi cuarto.
Y se fue feliz con el poster de Amanda Lear a su habitación.

En ese mismo instante comprendí que su intención con todo aquello no fue la de molestarme. Sino que de verdad creyó estar aportando algo valioso en la casa y también para nuestra relación.
Aun y sin tener idea de quién era Amanda Lear, una embriaguez de alivio me invadió al verle salir de la cocina con el poster en las manos. Au revoir Amanda.

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Astronáutica

Periodista especializada en la creación de contenidos para medios online y en redactar artículos de viajes. En la actualidad con un nuevo proyecto entre manos, una revista digital con sede en Berlín. Más info próximamente!!

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